Escribo estas líneas, tan solo un día antes de las elecciones regionales (autonómicas) y municipales que se celebran en mi país el día 26 de mayo, junto a las elecciones europeas que tienen lugar en todos los países miembros de la Unión Europea.
También escribo estas líneas, después de leer el buen artículo en L´Incontro de mi amigo Giorgio Chiarva, que nos pone a los españoles como un buen ejemplo. Se lo agradezco muy sinceramente y deseo fervientemente que tenga razón.
Antes de nada, debo señalar que no estoy de acuerdo, con que las elecciones europeas puedan celebrarse conjuntamente con elecciones a otras instituciones u órganos de gobierno. Y ello porque esta “coincidencia” implica, en mi modesta opinión, que no se otorgue por los ciudadanos a las elecciones europeas, la importancia que realmente tienen.
Europa es nuestro futuro y ese futuro se puede ver comprometido seriamente en estas elecciones. Nos jugamos mucho y restar transcendencia a estas elecciones, me parece esconder la cabeza debajo del ala.
Creo que una gran mayoría de los ciudadanos no son conscientes todavía, de la cesión de soberanía que ya se ha hecho por parte de los Estados a las Instituciones de la Unión Europea y que su futuro, el de la Unión Europea, pasa necesariamente porque los Estados, sigan ampliando esa cesión de soberanía a las instituciones de la Unión. Si el resultado de estas elecciones es que Europa devuelva a los Estados, parte de esa soberanía ya cedida, la Unión Europea acabará desapareciendo como proyecto ilusionante que fue y que debe seguir siéndo.
El debate sobre la Europa que queremos y necesitamos debe ser claramente la prioridad de los Estados y lamentablemente creo que eso no está ocurriendo en el actual proceso electoral en España o por lo menos, no con la intensidad que yo desearía.
Confío en que esto no esté ocurriendo en otros países europeos.
Necesitamos ir creando y desarrollando el relato de la Europa Unida en el Siglo XXI y en mi opinión, éste sólo puede basarse en los principios de una Europa Social, Verde y Digital.
Si ésta no es la ruta de Europa que salga de las próximas elecciones del día 26 de mayo, sólo habrá retrocesos y estos, me temo, serán claramente perniciosos para los Estados miembros.
Los ciudadanos de toda la Unión Europea deben ser plenamente conscientes que el Gobierno de Europa ha condicionado y condicionará muchas de las decisiones que puedan adoptar las diferentes instituciones de gobierno de los Estados y en consecuencia, alcanzar un buen gobierno y un buen parlamento en la Unión Europea es la tarea principal de estas elecciones.
Todas las encuestas coinciden en señalar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como ganador, tanto de las elecciones regionales y municipales, como de las elecciones europeas.
En el ámbito regional y local de España, el ser ganador no implica necesariamente que seas el gobernante, sino que todo depende de los pactos que se alcancen entre los diferentes partidos; hoy por hoy, integrados en las denominadas “izquierdas y derechas”, aun cuando esta división parezca ya claramente superada en algunos de sus postulados.
Cierto es que de los cinco partidos de carácter estatal ( Vox,PP, Ciudadanos, PSOE y Unidos Podemos) y cuatro regionales (PNV,HB, Ezquerra Republicana y JpC), es decir en un total de nueve, sólo uno, VOX podría situarse en el ámbito de los partidos “anti Europa” como puedan ser los partido liderados por Salvini en Italia o Le Pen en Francia. Seguramente la mayoría de los diputados españoles que vayan al Parlamento Europeo , serán favorables a un desarrollo mejor de Europa.
Sigo pensando que una Europa que defienda los valores del humanismo, es necesaria para que pueda incidir positivamente en el desarrollo de este planeta, llamado tierra que parece , en algunos momentos, que camina hacia el caos.
Ricardo Pérez-Solero